Semillas de lino dorado. |
Se consume siempre cruda, ya que con altas temperaturas se destruyen sus propiedades. La puedes consumir entera (mezclada en zumos, agua, etc..) o molida.
Destaca su alto contenido en fibras, y aceites grasos beneficiosos para el organismo, como es el ácido linoléico u Omega 3. Su presencia en la linaza, la convierte en una semilla indispensable en dietas veganas y vegetarianas, aunque los omnívoros deberían tener en cuenta, que el Omega 3 presente en la linaza es mucho más biodisponible que el que se obtiene de fuentes animales (pescado). Se aconseja para personas con colesterol alto, hipertensión y diabetes (siempre bajo supervisión de un médico o especialista).
Crackers de linaza. |
Si quieres beneficiarte de su poder laxante, toma un vaso de agua, donde previamente habrás dejado en remojo un par de cucharadas de linaza, en ayunas. O incorpora el grano entero en ensaladas, y en tus platos. Si estás haciendo una cura de limpieza o desintoxicación, te ayudará a limpiar tus intestinos de forma segura y suave, a la vez que arrastras toxinas acumuladas.
Si, por contra, quieres beneficiarte de su contenido en aceites grasos esenciales, deberás consumirla molida o directamente consumir su aceite (ya que la semilla entera es expulsada sin digerir). Para ello muele la linaza antes de consumirla, y si tomas el aceite, hazlo siempre en crudo, sin cocinar. Lo puedes añadir como aderezo a tus ensaladas, o incluir un chorrito directamente en tus platos (antes de servir).
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