Tanto en el Ayurveda como en la nutrición energética (inspirada en la Medicina Tradicional China) los sabores tienen una gran importancia dentro de nuestra alimentación. Son indicadores del tipo de desequilibrio o deficiencia energética que puede estar sufriendo una persona.
Los sabores tambien se utilizan para tratar/equilibrar nuestro nivel energético, consumiendo una proporción mayor de alimentos con determinado sabor en función de las necesidades puntuales.
Según el Ayurveda, existen 6 sabores: dulce, agrio, salado, picante, amargo y astringente. Por su parte, la MTC diferencia 7 sabores: pungente, agrio, astringente, amargo, salado, dulce y suave. En ambos casos, los sabores son combinaciones básicas de los 5 elementos.
Como regla general, deberíamos de ingerir en una comida TODOS los sabores existentes, reforzando aquellos que cubran una deficiencia energética o corrigan un desequilibrio.
Ejemplos de sabores y su equivalente en alimentos:
DULCE: el sabor dulce tonifica, nutre y repara. Alimentos: arroz, maiz, trigo, leche, azúcar.
AGRIO: limpia, estimula y refresca. Alimentos: Limón, vinagre, ciruelas Ume.
SALADO: ayuda de a la digestión, "abre", disuelve. Alimentos: sal de roca, sal común, algas.
PICANTE (o pungente): dispersa, activa la circulación, mejora la circulación (aumenta "agni" o el fuego digestivo). Alimentos: jengibre, cebolla, pimienta cayena.
AMARGO: disuelve las grasas, desintoxica, despeja la mente (por su acción, principalmente, sobre el hígado). Alimentos: Cúrcuma, diente de león, fenogreco.
ASTRINGENTE: enfría, promueve cicatrización, afirma los tejidos, diurético. Alimentos: plátano verde, granada, cúrcuma.
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